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viernes, 12 de junio de 2015

ARTICULO INTERESANTE: IMPORTANTE CONSUMIR AGUA Y MANTENERNOS HUDRATADOS


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Durante el verano el riesgo de deshidratación aumenta, ya que el agua que regula nuestra temperatura corporal disminuye y esto nos afecta ya que los seres humanos estamos compuestos entre 60 y 70% por agua. La buena noticia es que esto se puede evitar a través de una alimentación saludable.
La recomendación es consumir entre 2,7 y 3,7 litros de agua para mujeres y varones respectivamente. De estas cantidades, aproximadamente un 50% (entre 1,5 y 2 L) debe ser consumida en forma de agua como tal y el resto debe obtenerse de agua contenida en bebidas y alimentos como algunas verduras y frutas.
Hay que tener en cuenta que estas recomendaciones están basadas en la necesidad de reposición de las pérdidas diarias de agua corporal que se producen por pérdidas urinarias, sudoración, evaporación por respiración y pérdidas fecales.

Por esta razón, Jamee Guerra, nutricionista de Bodytech, elaboró una lista de frutos de la naturaleza que, por su alta composición de agua, ayudan a mantenernos hidratadas, bellas y saludables durante esta época del año en que nuestro cuerpo sufre los efectos de la deshidratación.

EXPERIMENTO PARA OBTENER NUESTRO ADN A PARTIR DE NUESTRA SALIVA



PROCEDIMIENTO:
1. frota tus mejillas contra tus dientes. no tragues saliva.
Resultado de imagen para adn de saliva2. enjuágate con 4 ml de agua y escupe en un vaso pequeño.
3. añade 3 pizcas de sal.
4. agrega 1 ml de detergente y mueve suavemente durante 3 minutos(que no haga burbujas).
5. añade 5 ml  de alcohol puro (que se deslice por la pared interna del vaso). el alcohol debe quedarse en la parte superior.
6. espera 5 minutos y después introduce la punta de un agitador para bebidas entre las dos fases (interfase) y mueve la solución circularmente en ambos sentidos por un minuto. después de unos momentos, un precipitado blanquecino y pegajoso ( a veces se pueden ver hilos muy delgados, como telarañas) se adherirá al agitador: ese es el ADN . recuerda que la molécula de ADN es muy delgada pero extremadamente larga.

CUESTIONARIO:
a) que tan larga y ancha es la molécula del ADN humano? tiene una doble cadena de ADN que mide de 22 a 26 angstroms (2,2 a 2,6 nanometros) de ancho y una unidad (un nucleótido) mide 3,3 A (0,33nm) de largo .20.
b)para que se le agrega la sal? actúa para disminuir la solubilidad de las proteínas, lo que hace que precipiten y se separen fácilmente del ADN.
c) para que se le agrega el detergente? destruye las membranas celulares del tejido vivo que estamos utilizando, disuelve las grasa, al romperse se permite la salida del ADN al exterior.
d) para que se le agrega el alcohol? el ADN es una molécula muy larga y tiende a agruparse. para aislar el ADN hay que hacer que se presipite en alcohol. ademas nos permite ver el ADN, el alcohol separa el ADN de otros componentes celulares los cuales son dejados en la solución acuosa.

ARTICULO INTERESANTE

el único animal capaz de realizar la fotosíntesis





Un estudio de la Universidad del Sur de Florida y en la Universidad de Maryland, College Park (EE.UU.) ha descubierto cómo es posible que una babosa de mar verde brillante pueda vivir como una planta, alimentándose únicamente de luz solar. El trabajo ha sido publicado en la revista The Biological Bulletin.

La babosa en cuestión es Elysia clorótica,tiene un aspecto que se asemeja al de la hoja de una verdura, mide apenas seis centímetros y su hábitat natural son las costas desde Nueva Escocia hasta el sur de florida. Se alimenta de un alga llamada Vaucheria litorea de la que la babosa ha decidido “tomar prestados” sus cloroplastos para llevar a cabo la fotosíntesis.

Para llegar a esta certidumbre, los investigadores descubrieron que la babosa había aprendido a digerir el alga sin dañar los indispensables cloroplastos (integrándolos en sus células digestivas), que transforman la luz del sol en comida, ya que cuenta con genes del alga indispensables para mantener en buen estado los cloroplastos de esta. Se trata del primer caso de transferencia genética funcional de una especie multicelular a otra (lo que se conoce como transferencia horizontal de genes), convirtiendo a esta pequeña babosa en el primer y único animal capaz de realizar el proceso de fotosíntesis.

“Este trabajo confirma que uno de los genes del alga necesarios para reparar los daños en los cloroplastos y mantenerlos en funcionamiento, está presente en el cromosoma de la babosa. El gen se incorpora en el cromosoma de la babosa y se transmite a la siguiente generación”. La descendencia sólo tiene que 'robar' los cloroplastos de las algas, ya que los genes para mantener los cloroplastos ya están presentes en el genoma babosa. Es imposible que los genes de un alga puedan trabajar dentro de una célula animal.Y sin embargo, aquí lo hacen, aclara Sidney K. Pierce, coautor del estudio.










ARTICULO INTERESANTE: ÓRGANO ARTIFICIALES




Los avances en la creación de órganos in vitro y las últimas noticias de creación de tejidos celulares con impresoras 3D, están logrando importantísimos avances en lo relativo a la creación de órganos artificiales al ya ser trasplantados con éxito a pacientes y ser asimilados por el receptor. Si hace unos años decíamos que en 10 años tendríamos órganos artificiales, ésto parece cada vez más cercano y cada mes que pasa, tenemos avances hasta ahora impensables.

El trasplante de tejidos es una manera de poder restaurar la función de un órgano, mediante la sustitución del órgano dañado por un nuevo, procedente de un donante.
Sin embargo, la tarea no es sencilla, ya que al transferir material biológico de un individuo a otro, corremos el riesgo de que no sean compatibles y se genere un rechazo. Además, hay un gran problema, ya que el número posibles donantes de órganos es muy bajo y que sólo se podría emplear en determinadas ocasiones.
1e77e-231112Debido a todo esto, en los últimos años están apareciendo técnicas revolucionarias en el campo de la biomedicina, como es la creación de órganos in vitro, para su trasplante in vivo, por la construcción de dichos órganos con células madre vivas cultivadas en una matriz natural o artificial, sobre un andamiaje (los pilares del órgano) de fibras de colágeno.
Para comprender de una forma fácil en qué consiste la técnica, podemos decir, que la descelularización consiste en la extracción de las células de un órgano de un individuo muerto, dejando sólo el “andamiaje” de los tejidos internos, de forma que esta estructura se va repoblando con células del paciente, hasta lograr un órgano compatible creado en un laboratorio.
El procedimiento sigue con un agitado y ruptura de las membranas celulares, tratar el tejido aislado con un fluido para lavar el material celular y dejar sólo la matriz extracelular y posteriormente comenzar a repoblar el órgano, mientras mantenemos el órgano en un fluido que imita las condiciones del paciente.

Estos órganos artificiales, nos evitan un gran problema como es el de los rechazos, ya que son células del propio individuo y si en poco tiempo somos capaces de producirlos de una forma segura, podríamos estar hablando de una posible solución a problemas sanitarios, con la obtención de una nueva fuente de órganos, además de los trasplantes (llegar a no depender de los trasplantes, es algo que de momento sería de ciencia ficción).
En 2006 el experto en ingeniería tisular, Anthony Atala, director del Instituto de Medicina Regenerativa de la Universidad Wake Forest, presentó una vejiga artificial, y que se puso en 7 pacientes. Para hacer la vejiga, se extrajeron células de los propios pacientes que fueron cultivadas y modificadas para poder regenerar ese tejido y posteriormente volver a ponerlo en el paciente, una vez “había crecido el órgano en el laboratorio” por el sistema anteriormente expuesto.
Todo esto, nos evita usar tejido intestinal en la vejiga, algo que va continuar segregando productos como haría en el intestino y que nos causaría problemas en la vejiga.

En cuanto al corazón, se repobló un corazón vacío de una rata muerta con células cardíacas de ratas recién nacidas. A los 4 días el órgano, comenzó a contraerse y a los 8 días ya latía con normalidad. En la siguiente imagen, en el lado izquierdo una imagen de un corazón de un fallecido y en el derecho, el de un corazón descelularizado.
f39f7-nm1684-f3En Junio de 2010, se conoció que se había logrado un hígado y un corazón artificial en ratones, con un notable éxito. En el tejido se logró construirlo al injertado de células hepáticas sanas en la estructura de un hígado dañado, algo que parece sencillo, pero es muy complejo debido a las funciones metabólicas que tiene dicho órgano.

ARTICULO DE INTERÉS

Cuidado con el índice glucémico de alimentos!
Íñigo Verdalet Guzmán
Paulina Cecilia Téllez Sánchez
Elvia Cruz Huerta


¿Qué es el índice glucémico, o IG?
Preocuparse por una buena alimentación es un aspecto muy importante de la vida de los seres humanos, porque practicar una dieta adecuada ayuda a gozar de una buena salud. Las enfermedades relacionadas con la forma de alimentarse, como diabetes, obesidad, problemas cardiovasculares, cáncer (principalmente de colon y de mama), entre otras, han impulsado un creciente interés científico por estudiar las mejores condiciones para alimentarse. Por supuesto que la alimentación no es por sí misma el elemento causal único de ciertas enfermedades, pero se sabe que es uno de los factores que deben considerarse, tanto por su consumo excesivo como por la carencia de alimentos nutritivos.
Por ejemplo, a través de los años han surgido distintas recomendaciones en cuanto a los requerimientos de los hidratos de carbono (HC), que son nutrimentos que proporcionan la energía necesaria para que el organismo realice sus funciones corporales. De ellos, el almidón es la principal fuente de energía (58% de las calorías totales), pero el consumo excesivo se relaciona con problemas cardiacos, diabetes y cáncer. Hasta hace algunos años las recomendaciones de consumo se basaban en la cantidad o proporción en que debían ser incluidos en la dieta, y se creía que los HC complejos aumentaban los niveles de glucosa de manera más lenta que los simples, pero se ha comprobado que lo anterior no es del todo cierto.
La glucemia es la cantidad de “azúcar” (glucosa) en la sangre. Cuando estamos en ayunas, la glucemia es aproximadamente de un gramo de glucosa por cada litro de sangre; al comer un glúcido (HC, almidón), éste se transforma en glucosa por medio de la digestión y la acción enzimática; de esta forma se genera el aumento de la glucemia, lo que da origen a la secreción de insulina, y aumenta asimismo el riesgo de subir de peso. La papa, el pan blanco y el arroz blanco son alimentos con alto contenido en HC complejos que se absorben más rápidamente que el azúcar (HC simple), y por lo tanto son menos adecuados en la dieta de los diabéticos.
En 1981 se desarrolló el término “índice glucémico” (IG) de los alimentos –también llamado índice glicémico–, cuando el doctor David Jenkins, en su afán por buscar alimentos adecua- dos para la alimentación de los pacientes diabéticos, desarrolló una clasificación de los alimentos tomando en cuenta la curva glucémica generada por ellos, definiendo al IG como una forma numérica de describir la rapidez de absorción de los hidratos de carbono de un determinado ali- mento. Posteriormente, esta clasificación fue adoptada mundialmente por organizaciones como la FAO y la OMS, las cuales recomiendan consumir alimentos con un IG bajo.
El IG se mide en una escala que va del 1 al 100. El azúcar blanca, o sacarosa, se encuentra entre los más elevados, con una puntuación de 100. Los alimentos ricos en hidratos de carbono pueden tener un IG alto, cuyo efecto será elevar rápidamente los niveles de glucosa en la sangre, o un IG medio y bajo, que incrementan lentamente dichos niveles y evitan los picos altos. Cuando el IG es de 70 o más, es de valor alto; si va de 56 a 69 es medio, y de 55 o menos será bajo. Muchos vegetales tiene un índice bajo, pero otros, en determinadas circunstancias, lo tienen alto y se debe reducir su consumo o evitarlo.
¿Qué factores determinan el IG?
Hay diversos factores que influyen en el valor del IG de los alimentos:
El contenido de fibra tanto soluble como insoluble: a mayor con- tenido de fibra, el IG del alimento será menor ya que la fibra total disminuye la acción enzimática; la soluble aumenta el volumen del contenido gástrico y la insoluble actúa como barrera.
La cantidad de proteínas: entre mayor sea el contenido, el IG será menor debido a que forma un complejo proteínico que retarda el vaciado gástrico.
La cantidad de grasas: entre más grasa contenga el alimento, menor será su IG, pues forma un complejo con el almidón y retarda la acción enzimática.
El grado de gelatinización del almidón: entre más gelatinizado se encuentre, mayor será el IG del alimento, toda vez que el almidón gelatinizado es más susceptible a la acción enzimática.
El pH del alimento: entre más ácido sea, tendrá menor IG debido a que la acidez disminuye el vaciado intestinal.
El contenido de fructosa: los alimentos ricos en fructosa, como las frutas, tienen un IG bajo y se asimilan más lentamente, creando un flujo moderado de glucosa en la sangre y una respuesta insulínica moderada.
El procesado del alimento: el IG será más elevado en los alimen- tos que se han sometido a un proceso porque durante éste el almidón se gelatiniza, además de que aumenta su superficie de contacto enzimático.
La determinación del IG se hace mediante una prueba de san- gre en la que se les proporciona a los participantes 50 gramos de carbohidratos del alimento elegido. A determinados tiempos, se toman muestras de sangre, los valores obtenidos se grafican y se calcula el área bajo la curva de la respuesta glucémica. Estos valores se incluyen en una ecuación con el alimento base, la cual arrojará el valor numérico del IG de ese alimento.
Antiguamente el valor de referencia estaba dado por el pan blanco y la glucosa, pero con el fin de estandarizar el método para determinar ese valor se decidió utilizar únicamente a la glucosa como alimento de referencia. El valor 100 corresponde también a 100% de la absorción intestinal de la glucosa ingerida.
¿Cuál es la importancia del IG?
Es muy importante considerar la clasificación de los alimentos según su IG para conservar la figura y mantener la salud, prevenir la enfermedad o tratar ciertos padecimientos como la obesidad, la diabetes mellitus, los problemas cardiovasculares (hipocolesterolemia o ateroesclerosis) o el cáncer.
La obesidad es un padecimiento que aumenta día con día en la población mexicana, esta enfermedad es uno de los factores que integran el llamado “síndrome metabólico”, el cual se desarrolla cuando hay intolerancia a la glucosa, hiperinsulinemia posprandial, obesidad, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia e hipertensión.
Una dieta con hidratos de carbono de IG bajo ayuda en el tratamiento y prevención de estas enfermedades de la siguiente manera:
Al consumir alimentos de IG bajo, los niveles de glucosa se elevan lentamente en la sangre, por lo que la estimulación del páncreas disminuye y la secreción de insulina se mantiene asimismo baja, disminuyendo por ende la hiperinsulinemia y la aparición del hambre, pues se retarda la secreción de noradrenalina y cortisol, que son hormonas que estimulan el apetito.
También disminuye la acumulación de grasa, pues al consumir alimentos con IG bajo disminuye la circulación de ácidos grasos libres, lo cual es necesario en el tratamiento de la diabetes porque es una herramienta útil para el control de los niveles de glucosa. Al darle preferencia a los alimentos con IG bajo, se puede mantener la glucemia en niveles adecuados o prevenir su aumento en caso de que la persona muestre predisposición a desarrollar aquella enfermedad, de donde resulta que su aparición puede ser retardada ya que disminuye la estimulación del páncreas.
Las dietas con alimentos de IG bajo disminuyen también los niveles de colesterol total y los triglicéridos, manteniendo así las arterias elásticas y sanas, aumentando el flujo sanguíneo y disminuyendo la posible formación de coágulos, con lo que disminuye el riesgo cardiovascular.
Importancia de la carga glucémica
El IG no es el único factor que determina la elevación del nivel de glucosa en la sangre. Para poder comparar mejor los efectos metabólicos de los alimentos en función de su IG, en 1997 se desarrolló el concepto de “carga glucémica” (CG), que toma en cuenta el IG del alimento y la cantidad de hidratos de carbono de una porción para poder determinar el grado de absorción. Cuando se ingiere la misma cantidad (en gramos) de dos alimentos con IG similar, el aumento del nivel de azúcar en sangre será menor con el alimento que tenga un menor contenido de hidratos de carbono. De igual manera, si comemos dos alimentos con igual IG pero cuyas porciones sean distintas, la menor porción producirá un menor aumento de glucosa.
La CG depende del tamaño de la porción, de modo que si se administra el doble del alimento, la carga glucémica será también el doble. Por otro lado, diversos estudios han demostrado que la actividad física frecuente protege de enfermedades, principalmente las crónico-degenerativas. La prevención se relaciona directamente con el tiempo y la intensidad del esfuerzo físico, recomendándose al menos 30 minutos durante cinco días a la semana para lograr un beneficio protector y un apoyo oportuno para mejorar el efecto de la dieta, porque sin ejercicio no hay dieta.
Para ayudar al conocimiento del IG y de la CG, se muestran en la tabla adjunta los valores de IG y CG de diferentes alimentos.



miércoles, 10 de junio de 2015

ARTICULO INTERESANTE

Dos tercios de los cáncer puede explicarse por la “mala suerte” en mutaciones al azar

Cancer mala suerte
Científicos del Centro Oncológico Kimmel de Johns Hopkins han creado un modelo estadístico que mide la proporción de la incidencia de cáncer, a través de muchos tipos de tejido, causada principalmente por mutaciones aleatorias que se producen cuando las células madre se dividen. Según el estudio estudio, dos tercios de la incidencia de cáncer en adultos a través de los tejidos pueden explicarse principalmente por la “mala suerte”, cuando se producen estas mutaciones aleatorias en los genes que pueden impulsar el crecimiento del cáncer, mientras que el tercio restante se deben a factores ambientales y los genes heredados.
Cancer mala suerte
 Todos los cánceres son causados ​​por una combinación de mala suerte, el medio ambiente y la herencia. Esto afirmaron los científicos que han creado un modelo que puede ayudar a cuantificar cuánto de estos tres factores contribuyen al desarrollo del cáncer.
Usualmente la longevidad libre de cáncer en personas expuestas a agentes causantes de cáncer, como el tabaco, se atribuye a menudo a sus” buenos genes “, pero la verdad es que la mayoría de ellos simplemente tuvieron buena suerte. Esto a pesar de que los malos estilos de vida pueden aumentar el factor de la mala suerte en el desarrollo del cáncer.
Este modelo y las conclusiones a las que se llegan tiene fuertes implicaciones en la percepción del público acerca de los factores de riesgo del cáncer, incluso a la financiación de la investigación del cáncer. Esto porque si dos tercios de la incidencia de cáncer través de los tejidos se explica por mutaciones de ADN al azar que se producen cuando las células madre se dividen, cambiar nuestro estilo de vida y hábitos será de gran ayuda en la prevención de ciertos tipos de cáncer, pero esto puede no ser tan eficaz para una variedad de otros. Lo esencial sería enfocar más recursos en la búsqueda de maneras de detectar este tipo de cáncer en etapas curables.
El trabajo publicado en la revista Science los autores dicen que llegaron a sus conclusiones mediante la búsqueda en la literatura científica para obtener información sobre el número total acumulado de las divisiones de células madre entre 31 tipos de tejidos durante la vida de un individuo promedio.
Es bien conocido que el cáncer surge cuando las células madre específicas de un tejido cometen errores al azar, o mutaciones, cuando una letra químico en el ADN se intercambia de forma incorrecta por otra durante el proceso de replicación en la división celular. Cuanto más estas mutaciones se acumulan, mayor es el riesgo de que las células crezcan sin control, un sello distintivo del cáncer. La contribución real de estos errores aleatorios a la incidencia de cáncer, en comparación con la contribución de factores hereditarios o ambientales, no se conocía previamente.
Para averiguar la función de tales mutaciones aleatorias en el riesgo de cáncer, los científicos trazaron el número de divisiones de células madre en 31 tejidos y se comparan estas tasas con los riesgos de por vida de cáncer en los mismos tejidos entre los estadounidenses. De este llamado diagrama de dispersión de dato los autores determinaron la correlación entre el número total de divisiones de células madre y el riesgo de cáncer era de 0.804. Matemáticamente, cuanto más cerca este valor es uno, más las divisiones celulares y el riesgo de cáncer están correlacionados.
Este estudio muestra, en general, que un cambio en el número de divisiones de las células madre en un tipo de tejido está altamente correlacionado con un cambio en la incidencia de cáncer en ese mismo tejido. Por ejemplo, en el tejido del colon, que se somete a cuatro veces más divisiones celulares que tejido del intestino delgado en los seres humanos. Asimismo, el cáncer de colon es mucho más frecuente que el cáncer del intestino delgado.
Se podría argumentar que el colon está expuesto a más factores ambientales que el intestino delgado, lo que aumenta la tasa potencial de mutaciones adquiridas. Sin embargo, los científicos vieron el hallazgo opuesto en dos puntos de ratón, que tenía un menor número de divisiones de las células madre que en el intestino delgado, y, en ratones, la incidencia de cáncer es menor en el colon que en el intestino delgado. Dicen que esto apoya el papel clave del número total de divisiones de células madre en el desarrollo del cáncer. Usando la teoría estadística, calcularon cuánto de la variación en el riesgo de cáncer puede ser explicada por el número de divisiones de células madre, lo que resultó en aproximadamente un 65 por ciento.
Finalmente, la investigación clasifica los tipos de cánceres que estudiaron en dos grupos. El primer grupo con los tipos de cáncer que tuvieron una incidencia predicha por el número de divisiones de células madre y que tenían una mayor incidencia. Aquí se agrupan 22 tipos de cáncer que en otras palabras se podrían explicars en gran medida por el factor de la “mala suerte” de mutaciones de ADN al azar durante la división celular. Los otros nueve tipos de cáncer tuvieron incidentes mayores de lo previsto por la “mala suerte” y fueron presumiblemente debido a una combinación de mala suerte además de factores ambientales o hereditarios.
Los autores encontraron que los tipos de cáncer que no dependían de la “mala suerte” de las mutaciones al azar eran precisamente los que que se podrían esperar, incluyendo el cáncer de pulmón, que está vinculado al consumo de tabaco, el cáncer de piel, vinculado a la exposición al sol, y formas de los cánceres asociados con síndromes hereditarios.
Este estudio ratifica que para algunos tipos de cáncer los factores ambientales pueden contribuir al riesgo de contraerlo como por ejemplo fumar u otros factores de estilo de vida en el cáncer de pulmón. Sin embargo, muchas formas de cáncer se deben en gran parte a la mala suerte de adquirir una mutación en un gen controlador del cáncer independientemente de los factores de estilo de vida y la herencia. La mejor forma de erradicar estos tipos de cáncer será a través de la detección temprana, cuando todavía son curables con cirugía.

Los científicos señalan que algunos tipos de cáncer, como el de mama y el cáncer de próstata, no se incluyeron en el estudio debido a su incapacidad para encontrar tasas confiables de división de las células madre en la literatura científica. Los autores tienen la esperanza de que otros científicos le ayuden a perfeccionar su modelo estadístico mediante la búsqueda de las tasas de división de células madre más precisas.

ARTICULO INTERESANTE SOBRE LOS MACROELEMENTOS, LARGO PERO MUY INTERESANTE¡¡¡¡¡

Efecto de la dosis y forma de colocación del potasio sobre la concentración foliar de macroelementos en el tomate (Lycopersicon esculentum Mill.)

Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas Estación Experimental Falcón. Avenida Roosevelt Zona Institucional Coro.
Autor para correspondencia email: cruiz@latinmail.com
Resumen
Se estudió el efecto de tres niveles de potasio; 0, 220 y 330 kg.ha-1, colocados en tres formas diferentes (central, lateral y en el fondo del surco) sobre la concentración foliar de N, P, K, Ca y Mg medidos por espectofotometría de absorción atómica utilizando un equipo Perkin-Elmer. Modelo 2280 y la concentración foliar de P, se analizó por fotometría utilizando el reactivo Banato-molibdato de amonio, durante la floración, cuajado y fructificación en la planta de tomate cv. Río Grande, del sector Guarabal, Municipio Federación del Estado Falcón, en un suelo clasificado como Haplocambids. Se usó un diseño en bloques al azar con 7 tratamientos y 6 repeticiones. El N se encontró entre los rangos de 5,38% y 5,88% en los tratamientos de 330 kg.ha-1-fondo del surco y de 330 kg.ha-1-lateral, respectivamente. Se determinó mayor concentración de K durante la fase de floración. El P varió, entre 0,29%, 0,14%, 0,23% durante la floración, cuajado y fructificación respectivamente. Los tratamientos que más acumularon K fueron el de 330 kg.ha-1-central y de 330 kg.ha-1-fondo del surco; las concentraciones del Ca variaron entre 3,61% y 4,63% en los tratamientos 330 kg.ha-1-lateral y el 220 kg.ha-1-fondo del surco respectivamente. Con respecto al Mg las concentraciones variaron entre 0,83% y 1,06% para los tratamientos de 330 kg.ha-1-lateral y el testigo respectivamente. La concentración de N, durante el cuajado, varió entre 3,30% y 3,78% en los tratamientos testigo y 220 kg.ha-1-lateral. El P varió entre los rangos de 0,13% y 0,16% en los tratamientos de 220 kg.ha-1-fondo del surco y de 330 kg.ha-1-lateral. El K se encontró entre 2,11% y 2,40% en los tratamientos 220 y 330 kg.ha-1-fondo del surco, respectivamente; durante la fructificación, no se encontraron diferencias significativas entre los tratamientos para las concentraciones de N, P, K, Ca y Mg.
Palabras clave: tomate, floración, cuajado, fructificación, potasio, macroelementos.
Introducción
El cultivo del tomate en la actualidad exige el dominio y/o manejo de un alto nivel tecnológico, así como el conocimiento de aspectos inherentes al crecimiento y desarrollo de la planta, especialmente durante la formación de frutos. Esta fase es dependiente en alto grado de la aplicación adecuada de macro y micronutrientes, la cual debe basarse en una estimación de los requerimientos, considerando la relación entre la absorción de nutrientes por el cultivo, el análisis de suelo y el análisis de tejido (1).
Además en el conocimiento del comportamiento ecofisiológico que fundamente el manejo agronómico, la medición de biomasa acumulada en la planta (7) y la eficiencia de rendimiento y producción en la conversión de nutrientes (8, 11, 19).
La fertilización usada actualmente en el tomate, no obedece a un programa establecido, que esté de acuerdo con las distintas fases fenológicas del desarrollo de la planta, lo que hace que la práctica sea ineficiente.
El potasio es un catión monovalente, cuya absorción es altamente selectiva y estrechamente acoplada a la actividad metabólica; está caracterizado por una gran movilidad en la planta a todos los niveles dentro de células individuales, dentro de tejidos y en el transporte a grandes distancia vía xilema y floema, estas funciones están ligadas a los procesos de activación enzimática, síntesis de proteínas, fotosíntesis, osmoregulación, extensión celular, movimientos de órganos, transporte en el floema, balance catión-anión (16).
El fruto del tomate es el más fuerte depósito de K; acumulando cerca del 60% del K+ absorbido (23). El K+constituye cerca del 90% de cationes, presentes en el fruto del tomate y el pericarpio acumula más de K que el tejido locular, por ejemplo, 60% y 40% del total en el fruto respectivamente (2).
La eficiencia en la absorción de K ha demostrado ser más alta en plántulas jóvenes, y la habilidad para concentrar K en la corriente xilemática ha sido correlacionada con la tasa de crecimiento del tallo; así mismo, la máxima tasa de acumulación de K en la planta, parece depender de la alta tasa de transporte en la corriente transpiratoria (24).
Muchos trabajos han verificado el efecto del K en combinación con otros cationes como el calcio y el magnesio, así tenemos que la relación K/Ca y K+Mg/Ca está asociada a la ocurrencia de algunos desordenes en la maduración del tomate, los cuales disminuyen cuando se incrementan las relaciones K/Ca y Ca+Mg/Ca en hojas y frutos (22).
La eficiencia en el uso de los fertilizantes ha sido bien documentada (4,12, 15, 26) así mismo, la eficiencia, también ha sido estrechamente correlacionada con las distintas formas de colocación; para el caso del tomate, se ha encontrado que la respuesta promedio a la forma de colocación central es de 43,45 Tm.ha-1 con una eficiencia de 296 kg por kg de fertilizante fosforado aplicado, mientras que para el fertilizante potásico la respuesta promedio fue de 36,46 Tm.ha-1 de la forma de colocación lateral con una eficiencia de 233 kg (18, 19).
Teniendo estas premisas como marco, el objetivo de la investigación fue evaluar el efecto de tres niveles de potasio y su forma de colocación, sobre la concentración foliar de N, P, K, Ca, Mg, durante la floración, cuajado y fructificación del tomate (Lycopersicon esculentum Mill.).
Materiales y métodos
El experimento se llevó a cabo en la finca Santa Bárbara, situada en el Sector Guarabal, Parroquia Independencia, a 13 km al oeste de Churuguara, Capital del Municipio Federación del Estado Falcón, a 10º 47' de latitud Norte, 69º 32' de longitud Oeste y altitud de 685 msnm.
Según la clasificación de Zonas de Vida de Venezuela de Ewel et al. (9), esta área se encuentra ubicada dentro del Bosque muy Seco Tropical.
La precipitación promedio anual varía entre 550 y 1100 mm y la temperatura promedio anual es de 28ºC, cuya máxima absoluta es de 32ºC y la mínima absoluta de 18ºC. La evapotranspiración sobrepasa los 2000 mm.año-1(5).
Como material vegetal se utilizó el híbrido Río Grande, el cual fue sembrado en semilleros y transplantado a los 35 días, a una distancia de 1,20 m entre surco y 0,30 m entre plantas, para una densidad de 27.000 plantas.ha-1. Se aplicaron 150 kg.ha-1 de nitrato de amonio, fraccionada en tres partes; 80 kg.ha-1 de P (fosfopoder), al momento del transplante y el potasio en las dosis indicadas (tratamientos). Se utilizó riego por surcos, aplicándose en la mañana con una frecuencia diaria durante los primeros 8 días después del transplante y, posteriormente cada tres días.
Se usó como fuente de potasio (K) el cloruro de potasio (KCl), siendo los tratamientos:
Número
Dosis (kg.ha-1)
Colocación
1
220
Central
2
220
Lateral
3
220
Fondo Del Surco
4
330
Central
5
330
Lateral
6
330
Fondo Del Surco
7
0
Testigo

El fertilizante se colocó de forma manual, para lo cual fue necesario abrir sobre el camellón una banda de 10 cm de ancho por 15 cm de profundidad (en ambos extremos se colocaron estacas), luego se aplicó el fertilizante y se conformó nuevamente el camellón. Posteriormente se realizó el transplante, tomando como guía las estacas que indicaban donde estaba colocado el fertilizante. De similar forma se procedió a colocar el potasio de forma lateral o a un lado de la planta. Mientras que para la otra posición, se colocó el 70% de la dosis de KCl en el momento del transplante en el fondo del surco, aplicando el resto en el agua de riego.
Para los muestreos foliares se seleccionaron 15 hojas que estuvieran por debajo y opuestas al racimo floral más apical. El primer muestreo se llevó a cabo entre los 58 y 70 días después del transplante (DDT) el cual coincidió con la floración; el segundo entre 70 y 82 DDT (cuajado) y el tercero entre 80 y 120 DDT (fructificación).
Las muestras fueron secadas en estufa a 75°C por 72 horas. Luego fueron molidas y pasadas por un tamiz n° 20; se tomó una submuestra de 1 g. La cual se llevó a estufa, se incineró a 500°C por 5 horas. La ceniza obtenida se le agregó ácido nítrico al 20% por 24 horas; luego, en un balón de 50 ml se obtuvieron las diluciones correspondientes para medir N, K, Ca y Mg por espectofotometría de absorción atómica utilizando un equipo Perkin-Elmer, Modelo 2280 y la concentración foliar de P, se analizó por fotometría utilizando el reactivo Banato-molibdato de amonio.
Se usó un diseño en bloques al azar con siete (7) tratamientos y seis (6) repeticiones, dando un total de 42 unidades experimentales, formadas cada una por cuatro (4) surcos de 4 m de largo, separados 1,20 m entre sí, para una superficie de 14,40 m2.parcela-1 y un área total efectiva de 604,80 m2.
Resultados y discusión
A. Absorción de macroelementos durante las fases de floración, cuajado y fructificación.
En el cuadro 1 se muestra las medias obtenidas de los macroele-mentos N, P, K, Ca y Mg en los principales eventos fenológicos, se observó diferencias significativas (P<0,05) en los resultados con relación a las tres fases de desarrollo reproductivo del cultivo.
Macroelementos (%)

N
P
K
Ca
Mg
Floración
5,60a1
0,30a
2,41a
4,16b
0,98b
Cuajado
3,53c
0,15c
2,23b
2,39c
0,70b
Fructificación
4,13b
0,24b
1,22c
5,12a
1,04a
P<0,05
*
*
*
*
*
C.V. (%)
16,02
44,77
18,58
23,24
14,09
Cuadro 1. Concentración de macroelementos N, P, K, Ca y Mg en el tejido foliar de tomate cv. Río Grande, tratado con cloruro de potasio y evaluado en floración, cuajado y fructificación.

Promedio de 3 evaluaciones. 
1Valores entre columnas seguido por letras diferentes, son estadísticamente diferentes (P<0,05) de acuerdo a la prueba de Rango Múltiple de Duncan.

La concentración del nitrógeno se encontró en 5,60% en la fase de floración, lo cual se considera apropiado según Bennett (6) quien reportó concentraciones adecuadas entre 4 y 6%, mientras que a 3% se verificó como niveles deficientes en plantas juveniles. Por el contrario este porcentaje fue alto si se considera que Jones et al.(14), reportaron que una acumulación mayor a 3,5% de este elemento fue alta. La concentración de N disminuyó durante el cuajado y luego aumentó en la fructificación, lo cual coincide con lo reportado por Jones et al. (14).
En el caso particular del fósforo para el momento de floración se observó una mayor concentración de este elemento con 0,30%, luego se redujo durante el cuajado a 0,15%, para finalmente incrementarse durante la fructificación a 0,24% estos valores serían bajos al compararlos con lo reportado por Jones et al. (14). De igual manera, Bennett (6) reportó que concentraciones por debajo de 0,4% fueron deficientes en plantas jóvenes, 0,98% fue un nivel adecuado a los 28 días después del trasplante, al igual que 0,78% a los 56 días después del transplante.
El porcentaje de potasio fue disminuyendo durante las fases de floración, cuajado y fructificación con promedios de 2,41; 2,23 y 1,22, respectivamente, los cuales se consideraron bajos al compararlos con los de Jones et al.(14) y Wilcox (25) al encontrar la mayor concentración de K en el tejido foliar a los 45 días de emergencia con 4,45%; mientras que, la más baja a los 91 días, con 2,57%, coincidiendo con la fructificación. Sin embargo, el potasio constituye por lo menos el 90% de los cationes presentes en el fruto (2) lo que pudiera explicar este comportamiento ya que el fruto es el "sumidero" por excelencia de este elemento razón por lo cual se apreció esta disminución en las hojas, puesto que se requiere en exceso para lograr una buena maduración y firmeza de frutos (17)
El calcio alcanzó la mayor concentración durante la fructificación, disminuyendo en floración y finalmente el nivel más bajo durante el cuajado; este elemento esta ligado a la constitución de la pared celular lo que significa un papel importante en la consistencia de los frutos (18) asimismo, está involucrado en el proceso de maduración y ablandamiento de frutos (8). Según Jones et al. (14), durante la floración la concentración de Ca fue alta, mientras que en cuajado y fructificación fue normal, con valores de 1,5% y 2,5%, respectivamente.
La absorción de Ca puede ser particularmente reducida por altas concentraciones de potasio, y en este ensayo el K se encontró en niveles bajos. De la misma manera Greenwood y Stone (13) señalaron un incremento en la absorción del Ca como consecuencia de la restricción en la toma de K. El movimiento del Ca en la planta es a través de la corriente transpiratoria, el riego se aplicó en la mañana y en esta zona la evapotranspiración es muy elevada lo que en parte pudiera explicar la elevada concentración de este elemento y la menor absorción de K.
El magnesio alcanzó valores de 0,98%, 0,70% y 1,04%, en floración, cuajado y fructificación, respectivamente. Por su parte Jones et al. (14) encontraron los niveles más altos en floración > 8,0%, cuajado > 1,0% y fructificación > 0,9%, mientras que Wilcox (25) encontró el mayor valor, en hojas, a los 77 días después de la emergencia con 1,15%. El potasio está directamente relacionado con la absorción de algunos macronutrientes y su aplicación en grandes cantidades puede crear desbalances nutricionales producto de la fijación y/o desplazamiento de los cationes (1).
B. Absorción de macroelementos en relación a los tratamientos.
La concentración N, P, K, Ca y Mg durante la floración, se puede observar en el cuadro 2; se encontraron diferencias significativas (P<0,05) entre los tratamientos para las concentraciones de N, Ca y Mg. Con relación al nitrógeno, este se encontró entre los rangos de 5,38% y 5,88% en los tratamientos de 330 kg.ha-1-fondo del surco y de 330 kg.ha-1-lateral, respectivamente siendo estos valores altos al compararlos con los reportados por Wilcox (25) quien señaló concentraciones menores a 2,5% como deficientes y mayores a 3,5% como un nivel adecuado.
Cuadro 2. Efecto de la dosis de cloruro de potasio y la forma de colocación en el suelo sobre la concentración de macroelementos N, P, K, Ca y Mg en el tejido foliar de tomate cv. Río Grande, evaluados en floración.

Forma de colocación
KCl (kg.ha-1)
Macroelementos (%)


N
P
K
Ca
Mg
Testigo
0
5,55b1
0,31a
2,22a
4,39ab
1,07a
Central
220
5,63ab
0,27a
2,32a
4,20ab
0,98a

330
5,70ab
0,33a
2,52a
3,92ab
1,00a
Lateral
220
5,53b
0,29a
2,34a
4,01ab
0,95ab

330
5,88a
0,29a
2,28a
3,61b
0,83b
Fondo surco
220
5,55b
0,29a
2,45a
4,64a
1,00a

330
5,38b
0,32a
2,46a
4,36ab
1,00a
P<0,05

*
n.s.
n.s.
*
*
C.V. (%)

4,53
16,31
16,98
18,13
11,57
Promedio de 3 evaluaciones. 
1Valores entre columnas seguido por letras diferentes, son estadísticamente diferentes (P<0,05) de acuerdo a la prueba de Rango Múltiple de Duncan.

La concentración de fósforo varió entre 0,27% y 0,33%, lo cual significó valores normales según Jones et al.(14) reportaron como valores normales entre 0,25 y 1,0%, mientras que Wilcox (25), registró concentraciones menores a 0,12% como deficientes y mayores a 0,2% como adecuados.
El potasio se encontró en los rangos 2,22% y 2,52%, estando estos promedios en condiciones de insuficiencia o por debajo de los valores normales (14). Las concentraciones normales se han encontrado entre 4,00 y 8,00% según Jones et al. (15). Sin embargo Wilcox (25), encontró que las concentraciones menores a 2,3% fueron niveles deficientes y 3,5% fueron niveles adecuados. También se han citado como niveles adecuados entre 56 y 70 días después del transplante los valores de 3,93% y 3,85%, respectivamente (6). Los tratamientos que más acumularon potasio fueron el de 330 kg.ha-1-central y de 330 kg.ha-1-fondo del surco, el testigo acumuló la menor cantidad de K (2,22%).
Mulholand et al. (17), estudiando el efecto individual e interactivo de la temperatura en la zona radical, la nutrición con potasio y el déficit de presión de vapor sobre la acumulación de Ca y K en tomate, encontraron que la acumulación de K fue sustancialmente reducida en todas las hojas y frutos en la porción más baja de los brotes de las plantas que crecieron a la mayor humedad. Se conoce que la regulación del potencial osmótico y el turgor celular es la función primaria del K en la planta y también que altos niveles de K en la célula están asociados a alto turgor Mengel y Kirkby, 1980 citado por Mulholand et al. (17). En tal sentido Mulholand et al., (17) proponen que bajo alta humedad la inhibición de toma de K desde la raíz puede estar ocurriendo, debido al constante y alto turgor en la hoja, causando de este modo la menor acumulación en el brote.
Las concentraciones de calcio variaron entre 3,61% y 4,64% en los tratamientos de 330 kg.ha-1-lateral y de 220 kg.ha-1-fondo del surco respectivamente, lo cual es un nivel alto al compararse con lo reportado por Jones et al. (14) quien señala como niveles normales entre 1,50 y 2,50%. Aunque de manera contraria Wilcox (25) reportó como niveles adecuados aquellos mayores a 3,0% y niveles deficientes los menores a 1,0%.
Con respecto al magnesio las concentraciones variaron entre 0,83% y 1,07% para los tratamientos de 330 kg.ha-1-lateral y el testigo respectivamente. Jones et al. (14) reportó que los niveles normales se encontraron entre 0,32 y 0,8%; encontrándose entre los niveles normales si se considera que Wilcox (25) encontró el nivel más alto a los 77 días después de la emergencia con 1,15% y reportó el nivel mayor a 0,42% como adecuado.
La concentración de N, P, K, Ca y Mg, durante el cuajado se muestra en el cuadro 3; se encontró diferencias significativas entre los tratamientos para la concentración de P. Para el caso del nitrógeno, la concentración varió entre 3,30% y 3,78% en los tratamientos testigo y de 220 kg.ha-1-lateral, respectivamente.
Cuadro 3. Efecto de la dosis de cloruro de potasio y la forma de colocación en el suelo sobre la concentración de macroelementos N, P, K, Ca y Mg en el tejido foliar de tomate cv. Río Grande, evaluados durante el cuajado de frutos.

Forma de colocación
KCl (kg.ha-1)
Macroelementos (%)


N
P
K
Ca
Mg
Testigo
 
3,30a1
0,14ab
 2,19a
1,89a
0,70a
Central
220
3,32a
0,14ab
2,14a
2,34a
0,69a

330
3,60a
0,15ab
 2,27a
2,38a
0,71a
Lateral
220
3,78a
0,14ab
2,31a
2,91a
0,71a

330
3,50a
0,17a
2,18a
1,93a
0,69a
Fdo surco
220 
3,38a
0,13b
2,12a
2,29a
0,71a

330
3,72a
0,16a
2,40a
2,28a
0,70a
P<0,05

n.s.
*
n.s.
n.s.
n.s.
C.V. (%)

4,53
16,72
14,20
45,15
15,45
Promedio de 3 evaluaciones. 
1Valores entre columnas seguido por letras diferentes, son estadísticamente diferentes (P<0,05) de acuerdo a la prueba de Rango Múltiple de Duncan.

Según Jones et al. (14), los valores normales para esta fase se encontró entre 2,0% y 3,96%, mientras Bennett (6), registró valores por encima del 4,70% como niveles adecuados.
El fósforo varió entre los rangos de 0,13% y 0,17% en los tratamientos de 220 kg.ha-1-fondo del surco y de 330 kg.ha-1-lateral, respectivamente. Wilcox (25) encontró que el fósforo disminuyó a partir de los 21 días después de la emergencia, hasta el final del ciclo de la planta, reportando promedios de 0,20% hasta 0,54%, por lo que se pudiera decir que en este ensayo los niveles fueron bajos. El potasio se encontró entre 2,12% y 2,40% en los tratamientos de 220 kg.ha-1-fondo del surco y de 330 kg.ha-1-fondo del surco, respectivamente. Los niveles bajos de K aun con aplicaciones altas han sido asociados a una competencia específica de cationes o antagonismo catiónico (16).
La concentración de calcio varió entre 1,89% y 2,91% en los tratamientos testigo y 220 kg.ha-1-lateral, respectivamente. De manera similar Jones et al. (14) reportaron que los valores normales se hallaban entre los rangos 1,50% y 2,50%, contrariamente a esto Wilcox (25) ubicó el rango entre 3,06% y 4,31% y fijó el nivel mayor a 3,0% como el adecuado. Es de hacer notar que las concentraciones de Ca fueron menores en la época de floración y fructificación. El contenido de magnesio varió entre 0,68% y 0,70% en los tratamientos de 220 kg.ha-1-central y de 220 kg.ha-1-lateral, respectivamente. Estas concentraciones disminuyeron durante la floración. Jones et al. (14) encontró los valores normales entre 0,33% y 0,90%, promedios que coinciden a los encontrados en este experimento.

Durante la fructificación (datos no mostrados), el potasio se encontró en niveles bajos, lo que era de esperarse puesto que el análisis se realizó en la hoja y para este momento el fruto es el mayor sumidero, tal como lo señala Mulholand et al. (17), El fósforo se encontró en niveles normales y el Ca alto. El magnesio registró una disminución durante el cuajado y luego mostró un incremento en la fructificación. Rezende et al. (20) encontraron que la concentración de P, S y Mg en el fruto no son afectadas por la dosis de potasio, mientras que el nitrato, el potasio y las relaciones K/Ca y K/Mg, aumentaron cuando se incrementan las dosis de potasio.